Edgardo Maya Villazón, Contralor General de la República.
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Reforma tributaria con equidad, sin más impuestos: Contraloría

“Es equivocado sostener que tributación en Colombia es exorbitante”, sostiene el ente fiscal.

En el marco del Foro “Situación de las Finanzas Públicas: ¿Más Impuestos?”,  el Contralor General de la República, Edgardo Maya Villazón, consideró imperioso que el Gobierno lleve pronto a consideración del Congreso una reforma tributaria que subsane deficiencias como el trato diferencial que se da a contribuyentes cuya situación de ingresos es similar, que suprima los privilegios indebidos y, que no tenga como criterio predominante elevar el recaudo.

 Maya Villazón consideró que, desde luego, elevar sustancialmente el recaudo debe ser un propósito de la nueva normatividad, pero ese no puede seguir siendo el criterio predominante al expedir las nuevas disposiciones.

“Bajo ese rasero, casi único, se expidió la legislación tributaria en las dos últimas décadas y el resultado como se ha señalado es profundamente insatisfactorio. De ahí el reto que enfrenta el Congreso de la República pues la ciudadanía no entendería que ante tan manifiestas deficiencias se siguiera por el mismo camino”, anotó.

Al instalar hoy el Foro “Situación de las Finanzas Públicas: ¿Más Impuestos?” y presentar la edición número 345 de la Revista Economía Colombiana,  Maya Villazón dijo que, como se concluye de los artículos del exgerente del Banco de la República, Miguel Urrutia Montoya, y el exdirector de la DIAN, Julio Roberto Piza, es equivocado seguir sosteniendo que el nivel de tributación en Colombia es exorbitante.

“La discordancia entre la realidad que muestran las cifras y esa errónea percepción se explica, en ocasiones, por el interés de algunos sectores de seguir manteniendo en extremo baja su contribución al funcionamiento de nuestra sociedad”, sostuvo.

La mayoría de las veces, sin embargo, esta difundida creencia obedece a lo inequitativo del sistema tributario que, contrario a lo que aconseja la técnica y la justicia, da un tratamiento diferencial a contribuyentes con similar situación de ingresos, añadió.

Según el Contralor,  por esto, es cierto también que el nivel de tributación en Colombia, medido por estándares internacionales, es bajo en comparación con el tamaño de la economía y es en extremo alto para algunos grupos sociales.

Maya Villazón fue enfático: “Si a ello se agrega que además existen problemas de eficiencia en el recaudo, pues la evasión es tolerada socialmente; que la administración tributaria no tiene el nivel de eficacia que se requeriría; y, que es vulnerable a las manipulaciones de funcionarios y contribuyentes corruptos, se debe concluir que es imperioso que el poder ejecutivo someta en breve a la consideración del Congreso de la República una reforma tributaria que subsane tan notorias deficiencias en nuestro sistema impositivo y avance en una estructura tributaria con mayor equidad”.

Para el jefe del organismo de control, una condición necesaria para lograr que la reforma tributaria cumpla su cometido es que el debate se centre en la estructura de los impuestos directos e indirectos, en la equidad, en la eficiencia, en la supresión de los privilegios indebidos y en las normas anti evasión y anti elusión.

Dijo que debe expedirse un código tributario que contemple, con vocación de permanencia, aspectos procedimentales sustantivos sobre la forma de cumplir con las obligaciones, los derechos de los contribuyentes y las competencias y facultades de la administración, al igual que el régimen de infracciones y sanciones.

El Contralor Edgardo Maya Villazón apoyó el llamado que hacen, en la reciente edición de la revista Economía Colombiana, expertos como el ex gerente del Banco de la República, Miguel Urrutia Montoya, para que se conforme un grupo de estudio que analice desde ya la composición del gasto público, las prioridades que este debe tener y la forma cómo debe focalizarse hacia los grupos más pobres y desvalidos de nuestra sociedad.

Para el Contralor se precisa adelantar un examen severo sobre el destino del gasto. “Ello es así pues si bien en los últimos años el que se asigna para educación, salud, agua potable y otros bienes sociales básicos se ha incrementado notablemente y ello ha incidido en la reducción de la pobreza, también resulta verdadero que –a diferencia de lo que acontece en países que tienen una política fiscal con vocación redistributiva-  la desigualdad en nuestro país es casi la misma antes y después de ejecutado el gasto público”.

“Un mayor nivel de tributación destinado a un gasto que procure la inclusión social y genere fortalezas en el aparato productivo, es una esperanza que tendrá visos de certidumbre si el Congreso de la República aprueba una buena reforma tributaria y si somos capaces de re-direccionar el gasto público al tiempo que hacemos un buen uso de los recursos del erario”, concluyó el Contralor Maya Villazón.

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